Prof Beneit EmprendimientoDos de cada tres puestos de trabajo en Chile, es decir más de 5,3 millones, son generados por pequeñas y medianas empresas. Según el reporte Global Entrepreneurship Monitor Chile 2019el 39% de los emprendimientos logra crear entre 1 y 15 nuevos empleos antes de los 4 meses de operación. 
Pero el impacto de la actual crisis sanitaria hará subir el desempleo de 7,3% el año pasado a 9,7% este 2020 y 8,9% el 2021, sumado a una caída del 3,3% en la economía local de acuerdo al Banco Mundial. 

Parece que estamos en una tormenta perfecta, pero las circunstancias difíciles también abren oportunidades de negocios”, asegura Ezequiel Beneït, académico de la Facultad de Administración y Negocios y director del Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad Autónoma de Chile. 

Distintos estudios coinciden en que cerca del 60% de los emprendimientos en Chile queda en el camino, debido a la baja rentabilidad o al financiamiento, por ejemplo. “La diferencia entre el éxito y el fracaso está en el foco, las estrategias implementadas y cómo se adecuan a las nuevas circunstancias. 

Están surgiendo nuevas necesidades y si uno no las aprovecha lo hará otro. Para lograrlo, explica, se deben trabajar dos niveles: el personal y el de negocio. 

“En el primero de ellos, es clave tener confianza en uno mismo y apoyarse en las experiencias, competencias y redes de apoyo. Tener la motivación para salir de la zona de confort y explotar nuestra capacidad creativa para identificar esas oportunidades y diseñar soluciones. 

Ese trabajo debe incluir a los usuarios o consumidores. 

“No cometamos el error de crear solos, porque el margen de error es muy elevado. El proceso de construcción de estos nuevos productos o servicios debe realizarse junto con nuestros actuales y futuros clientes. 

En el plano de negocios, es fundamental conocer las fortalezas propias y las dla competencia; saber mo están los clientes presentes y potenciales (personas o empresas) y cuál puede ser el panorama económico durante los próximos meses. 

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¿Y el capital? 

Como referencia, el 80,2% de los 38 mil socios de la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH) inició su negocio en base a recursos propios; el 78% lo hizo por oportunidad y el 24% por necesidad. 

“No es necesario disponer de muchos recursos para invertir. ¡Dónde no llega el dinero llega la creatividad! Muchos consumidores tampoco tendrán mucho para gastar, pero sí tendrán necesidades. Ahí es donde hay que enfocarse”, sostiene el académico. 

Por ejemplo, se espera que muchas personas dejen de comprar determinados productos o servicios debido a su menor capacidad adquisitiva. Alguien podría diseñar una solución que potencie el arriendo de esos productos o servicios a perfiles de consumidores definidos. 

“Otra opción, basada en una mayor preocupación por la sustentabilidades el reciclaje y el uso de determinados productos de segunda mano. El emprendedor deberá encontrar el adecuado mix perfilusuario y los productos a ofrecer. 

Para Beneït, la economía colaborativa a escala local o regional, entendida como el intercambio entre particulares de bienes y servicios a cambio de una compensación pactada, también facilitará nuevas oportunidades. Ahí es donde el emprendedor debe extraer el máximo de su capacidad creativa en identificar estas oportunidades que están allí esperando para hacerlas realidad.

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