El Grand Prix Lago Ranco, un circuito de 114 kilómetros con un ascenso acumulado de dos mil 100 metros, es una de las competencias de ciclismo de ruta más importantes del país. Este año reunió a cerca de 200 deportistas de distintas regiones.

Uno de esos ellos fue Carlos Méndez, que divide su tiempo entre sus entrenamientos y sus estudios de Administración Pública en la Universidad Autónoma de Chile en Santiago.

Desde hace 7 años, la bicicleta ha sido parte fundamental de su vida. Lo que empezó siendo solo un medio de transporte para ir de su casa al colegio en Buin, cuando ni siquiera era un adolescente, se transformó luego en un hobby y hoy es un deporte que practica casi de manera profesional.

Santiago alumno ciclista Administracion Publica

El 2015 obtuvo su licencia de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y comenzó a prepararse para competencias más exigentes. El año pasado compitió en las clasificatorias para la Vuelta a Chile y probó suerte con el Ironman de Pucón.

Pero entonces llegó el momento de elegir entre la alta competición o sus estudios universitarios.

¿Se pueden hacer las dos cosas? “Dedicarse al deporte profesional exige entrenar por lo menos tres horas diarias cinco días a la semana”, dice. “A eso hay que sumar una dieta súper estricta y también hartos viajes para ir tomando más experiencia”.

“Para competir a nivel profesional es muy difícil, así que decidí priorizar mis estudios. Pero no voy a dejar de entrenar los fines de semana, con mucha intensidad, aunque eso signifique sacrificar otras cosas”.

Cuando termine Administración Pública va a prepararse para competir en Cape Epic, una carrera de cross country acreditada por la UCI que se hace todos los años en Sudáfrica. “Es por etapas y dura ocho días. Participan algunos de los mejores ciclistas de montaña del mundo”, dice.

Por lo pronto, Carlos se reparte entre esas dos pasiones. Sabe que el camino es largo, pero también tiene la certeza de que para ser feliz una de ellas no puede existir sin la otra.

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