Para reavivar el sentimiento de identidad y reencontrar a los chilenos con las distintas manifestaciones y bienes que constituyen el patrimonio del país, cada último domingo de mayo se celebra, por declaración de Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Día del Patrimonio Cultural de Chile. La fecha busca acercar el acervo cultural, riqueza natural e historia a las comunidades, por lo cual cada año distintas instituciones como museos, centros culturales y organizaciones sociales, abren sus puertas para la visita ciudadanía. Este 2021 y por segundo año consecutivo, las celebraciones y muestras serán online.
No obstante, el patrimonio cultural maulino también resulta afectado por la carente educación patrimonial de la región. Así ha quedado evidenciado en las investigaciones realizadas por el Grupo Interdisciplinario en Estudios sobre Patrimonio, Género y Memorias de la carrera Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, cuyos académicos sostienen que son necesarios el diseño y aplicación de propuestas educativas que pongan en valor el patrimonio. En este sentido, el Currículum Nacional, por ejemplo, da espacio para la formación de estudiantes con conciencia ciudadana de sus problemáticas locales, a objeto de fomentar lazos identitarios con sus territorios.

El llamado de la agrupación es a “conocer, disfrutar y resguardar el Patrimonio Cultural de Chile, como un deber ciudadano”. Una educación patrimonial crítica pondrá en valor el patrimonio local y permitirá la construcción de una ciudadanía activa.

 

Patrimonio material

El Dr. Francisco Gallegos, director de la carrera Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, explicó que el Patrimonio Cultural material, de acuerdo a la UNESCO, se refiere a los hitos, conjuntos y lugares que tienen un valor excepcional para la comunidad, como el Ramal Ferroviario Talca – Constitución, inaugurado en 1915 y que fue declarado Monumento Nacional en el 2007, por su aporte histórico, social y cultural a la región, además de su valor paisajístico y arquitectónico. También se han declarado patrimonio la Parroquia Corazón de María de Linares y el Teatro Victoria de Curicó.

“El patrimonio cultural material de nuestra región, que ha quedado en decenas de construcciones como un registro de las generaciones pasadas, requiere un rol más activo de las comunidades para su conservación”, detalló Gallegos, quien sostuvo que este se vio reducido tras el terremoto de 2010.

“Hasta el día de hoy muchos de estos monumentos, once años después, han quedado en desuso y no se les ha dado la conservación y mantención requerida. Por lo mismo, rescato las acciones que han llevado a cabo municipios, en conjunto con el gobierno regional, para destinar fondos para su restauración”, acotó.

Un ejemplo de esto es Vilches, cuya comunidad se movilizó para que la Iglesia San Luis de Gonzaga, construcción que data de mediados del siglo XIX, fuese declarada como Monumento Nacional, lo cual se ratificó en 2020.

 

Patrimonio inmaterial

Por su parte la también académica e investigadora de la carrera, Dra. Vanessa Tessada, se refirió al Patrimonio Cultural inmaterial de la región, basado en lo expresado por la UNESCO, como aquel que se manifiesta en las tradiciones propias de un grupo social, que en el Maule se refleja en las técnicas artesanales, fiestas religiosas y costumbres populares.

“La valoración de las expresiones de patrimonio inmaterial de la región significa el reconocimiento a la cultura propia y viva en las comunidades locales, que alberga saberes tradicionales que debemos proteger e integrar”, expresó Tessada, quien advirtió que la falta de apoyo, difusión y puesta en valor de este genera pérdidas irrecuperables.

Entre las expresiones culturales inmateriales de la región, la académica destacó a las Tejedoras de Rari, quienes han mantenido un estilo de tejido, resultado de un saber conservado y transmitido entre mujeres, que se ha convertido en un símbolo representativo de la región.

Asimismo, enfatizó a las Loceras de Pilén, cuyo trabajo en greda hunde sus raíces en la alfarería prehispánica y es un ejemplo del desarrollo de la cerámica campesina, y el Baile de Los Negros de Lora, que se realiza el tercer domingo de octubre, junto a la Fiesta de la Virgen del Rosario.

 

Patrimonio natural

La Dra. Daniela Vásquez, también académica de la Universidad, definió el patrimonio natural, basado en lo expresado por la UNESCO, como aquel constituido por formaciones físicas y biológicas que adquieren importancia por su valor estético o científico, que en el caso del Maule, se aprecia en el Parque Nacional Radal Siete Tazas y la Reserva Altos de Lircay, además de los Santuarios de la Naturaleza Rocas de Constitución y los Humedales Costeros de Putú – Huenchullami, por mencionar algunas de las unidades de manejo y conservación de la región. Especies como Ruil, Queule, Pitao y Belloto del Sur, también fueron declarados como Monumentos Naturales en 1995.

Explicó que la conservación de estas áreas naturales es fundamental debido a que son sumamente frágiles y vulnerables ante cualquier presión, ya sea humana o producto del cambio climático. Además, muchas de estas zonas constituyen los últimos refugios de especies y ecosistemas en riesgo de extinción, entre varias razones por la expansión de las actividades silvoagropecuarias que datan desde la colonia.

El desconocimiento sobre cómo ser un visitante respetuoso de estos patrimonios y cuidadoso con la naturaleza representa un grave problema. Como ejemplo, Vásquez citó lo ocurrido el verano del año 2021 en la Reserva Nacional Los Bellotos del Melado, cuyo acceso fue clausurado por las malas condiciones ambientales en las cuales resultó luego de la visita de cientos de turistas con poca o nula conciencia ambiental.

Bajo el análisis de la académica, la educación patrimonial con un enfoque hacia lo natural puede desempeñar un importante papel, a propósito de evitar situaciones similares, lo que contribuiría para que estas áreas naturales sean realmente valoradas por la comunidad.

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