Treinta y cuatro estudiantes de tercer año de la Carrera de Kinesiología de la Universidad Autónoma de Chile vivieron su ceremonia de investidura, acompañados de familiares y amigos. Un acto solemne y simbólico que marca un antes y un después de su formación profesional.

Al respecto, el director de la Carrera y vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Jaime Ubilla, señaló que la ceremonia marca el inicio de las prácticas de mayor complejidad. “Ahora tendrán más autonomía, enfrentarán procedimiento un poco más complejos, los campos clínicos son más variados y externos a la Universidad”, destacó el académico.

Recordó que los alumnos comienzan con prácticas desde primer año, “pero ya en tercero se da una madurez dentro de plan de estudios, donde ellos entran a la segunda mitad de la Carrera. Por lo tanto, simbolizamos lo que significa hoy vestir el uniforme clínico, la responsabilidad que eso conlleva frente al usuario y frente a sus pares”, dijo.

Respecto de la evaluación que hay del desempeño de los jóvenes en sus distintos centros de práctica, Ubilla señaló que “nuestros estudiantes se caracterizan por tener un gran sentido de la responsabilidad, por tener un trato muy empático con los usuarios. Han sido muy bien recibidos por los campos clínicos y sobre todo por los usuarios. Los quieren muchos. No hay que olvidar que en muchas ocasiones el kinesiólogo debe compartir con ellos muchas sesiones de tratamiento, por lo que habitualmente se desarrolla una relación bien cercana y en eso el estudiante de la Universidad Autónoma tiene un sello bien característico”, enfatizó.

 

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