Constantemente estamos expuestos a escuchar diversas críticas que apuntan al sistema educacional chileno y cómo éste enfrenta una profunda crisis, haciendo imperiosa la necesidad de provocar un cambio sustancial que considera al estudiante como protagonista de su propio aprendizaje y, simultáneamente, debe involucrar a todos los actores del sistema educativo.

Frente a este nuevo escenario la Universidad Autónoma de Chile, institución con fuerte compromiso social, respondió a las necesidades planteadas por la sociedad moderna, implementando una nueva forma de comprender el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es así como, a principios del año 2012 se produjo una trasformación radical respecto a los mecanismos pedagógicos empleados a esa fecha, creando un nuevo modelo educativo basado en resultados de aprendizaje. Éste viene implementándose con fuerza desde el año 2013, a través de distintas jornadas académicas realizadas en las tres sedes con que cuenta esta casa de estudios en Santiago, Temuco y Talca.

“Detrás de este gran esfuerzo – que implica no sólo inversión económica, sino que, recursos humanos esenciales para el desarrollo de este modelo -existe una finalidad clara, acompañar a los estudiantes en el proceso de aprendizaje, para lo cual existen una serie de herramientas aplicadas a diario por docentes y equipos de gestión, quienes trabajan en forma mancomunada en la consecución de este objetivo”, puntualizó el Vicerrector de la UA en Talca, Dr. Juan Tosso.

Modelo educativo

Este modelo educativo de la U. Autónoma está articulado sobre la base de cuatro grandes ejes: Responsabilidad Social Universitaria, Aprendizaje Continuo, Centralidad en el Estudiante y Aprendizajes Transversales. Estos dos últimos tienen como principal objetivo apoyar la transición a la vida universitaria, para lo cual se ha creado un Sistema de Gestión PeDSC_0281okdagógica que cuenta con distintas etapas consecutivas.

En primer lugar el “Sistema de Alerta Temprana” que consiste en realizar un diagnóstico personalizado y por asignatura de los estudiantes de primer año con el fin de apoyar aquellas áreas que se encuentran más carentes, estableciendo – como segundo paso- diversas “Estrategias de Intervención en el Aula”. Dentro de éstas se estableció el sistema de lectura previa, donde el docente sube a la plataforma SAGAF las lecturas a analizar en las clases posteriores; con el propósito de que el profesor se transforme en un guía y el estudiante sea quien construya su propio conocimiento.

De igual forma, existe la idea de que ciertos aprendizajes sean transversales a todas las carreras a través de las asignaturas de Formación General, que finalmente buscan la nivelación de competencias de entrada, para lo cual se aplican diversas metodologías activo-participativas y evaluativas.

Un tercer punto está dado por reuniones de docentes por nivel, llamadas “Comunidades Académicas”, las cuales tienen como objetivo, a través de un trabajo integrado de los docentes, asegurar que los estudiantes adquieran los aprendizajes esperados, con una mirada integradora y multidisciplinaria.

El cuarto lugar dice relación con los “Dispositivos de Apoyo Complementario”, donde el perfeccionamiento docente es fundamental para lograr la bajada de este modelo educativo al Aula. Para esto se ha realizado –dentro de otras actividades- un diplomado de “Innovación y Gestión Educativa para la docencia en Educación Superior”, con el claro objetivo de que todos los académicos de la Universidad Autónoma de Chile estén en sintonía con este gran desafío.

SAAC: Sistema de Apoyo Académico Complementario

El SAAC básicamente consiste en estrategias de ayuda a los estudiantes que ingresan a primer año con el fin de acompañarlos y brindarles herramientas complementarias que faciliten su inserción en la vida universitaria. Acá se encuentran las Mentorías, que son realizadas por un estudiante de nivel superior – con buen rendimiento académico- el que tiene como misión proporcionar la ayuda necesaria para abordar con éxito las asignaturas desde su propia experiencia como estudiante. Los mentores se forman año a año tras una capacitación efectuada por la Dirección Académica, en un periodo aproximado de tres meses.

Otras de las herramientas son los TAP (Talleres de Apoyo Psicopedagógico), los cuales están orientados a todos los estudiantes que requieran soporte en temas que permitan mejorar su rendimiento académico. También existe la posibilidad de atenciones individuales para alumnos que presentan necesidades específicas, las cuales requieren de un apoyo especializado y particular, para lo cual se dispone de profesionales adecuados.

Finalmente el Vicerrector, Dr. Juan Tosso, concluyó que «todos los esfuerzos realizados por la Universidad Autónoma de Chile apuntan a garantizar a sus estudiantes el logro de habilidades cognitivas, emocionales y disciplinares que tributen al perfil de egreso, convirtiéndose en profesionales íntegros y poseedores de las competencias necesarias para desenvolverse de manera exitosa en el ámbito laboral.”

 

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