Más de 200 son las familias que actualmente viven en campamentos en la provincia de Malleco. Así se desprende tras las primeras semanas de trabajo conjunto de la Universidad Autónoma de Chile y la Fundación Techo, en el marco del convenio de colaboración mutua que suscribieron y formalizaron hoy.
El lugar escogido fue el emblemático sector Lanín de Temuco, donde en 2013 se erradicó el último asentamiento de este tipo en la capital de La Araucanía. Sin embargo, es una realidad muy dinámica y han ido surgiendo otros nuevos. Por eso el objetivo es planificar y trabajar con quienes hoy viven esta situación.
Hugo Cruz, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Autónoma, valoró la implementación de este convenio. “La Araucanía tiene uno de los índices de pobreza más altos del país y ambas instituciones estamos juntando voluntades para poder levantar un catastro, visibilizar una realidad que al parecer es un poco desconocida por algunas autoridades, para luego -a partir de ese catastro- poder buscar mecanismos de salida de los campamentos”, puntualizó.
En este contexto, EFE se suma a la labor, porque muchos de los terrenos que están siendo ocupados por campamentos están sobre líneas inactivas y la idea es que una vez que se trasladen, esos sean destinados a espacios públicos, para evitar su repoblamiento.
Responsabilidad Social Universitaria
Partiendo de la base que el último catastro oficial data del año 2011 -cuando fueron identificadas 747 familias que vivían en campamentos- los primeros pasos fueron justamente para conocer la realidad, centrándose en esta ocasión en la provincia de Malleco.
“Hemos ido a Collipulli y Angol, donde hay una realidad no catastrada aún. Son cerca de 200 familias que no existen en el catastro de campamentos. Tenemos que identificar primero, después catastrar , para luego coordinar reuniones con los municipios y con los actores relevantes para poder buscar las soluciones”, puntualizó Cruz.
Por su parte, Juan Carlos Concha, director regional de Fundación Techo en La Araucanía, dijo que hasta el momento se han catastrado 15 campamentos y que los casos más urgentes están Collipulli y Angol.
“Este convenio marco que ya se inició busca encontrar un camino por el cual podamos trabajar por la erradicación de los campamentos en La Araucanía. Tenemos que levantar la información y aunar criterios, y para eso estamos tratando de ponernos al día con algunos campamentos que no figuran en el catastro de 2011”, precisó.
En este contexto, Concha valoró la unión entre la UA y Fundacón Techo. “Nosotros llevamos 18 años trabajando con familias de campamentos y con voluntarios, y la universidad entrega la parte técnica más teórica que se requiere. Esa unión hace que este convenio sea fuerte y que se proyecte para que después de levantar toda la información, se priorice y surjan algunas pautas o tareas que nos ayuden a diseñar un proyecto de vivienda para familias de campamentos y trabajar con ellos”, señaló.
Durante el acto de firma de convenio, el vicerrector de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, doctor Emilio Guerra, señaló que la casa de estudios nació en el corazón de La Araucanía, por lo que tiene una responsabilidad mucho mayor en términos de poder ver qué es lo que está ocurriendo y de qué forma pueden contribuir en la acción de diferentes organizaciones.
“Y esto sin duda tiene que hacerse en redes. No funciona de otra manera, sobre todo en lo que es la articulación social. Lo que nosotros estamos haciendo con Techo hoy es precisamente buscar las mejores fortalezas de cada una de las organizaciones, para el bienestar de la sociedad en su conjunto y que tiene como objetivo final: cero campamentos para la Región de La Araucanía”, enfatizó.
Pero al mismo tiempo, esta labor que tanto aporta a la comunidad significa también un gran aporte a la universidad y a sus estudiantes.
“Es una actividad que se realiza a través de la Facultad de Arquitectura e implica responsabilidad social universitaria. Por eso es importante para nosotros, porque no sólo nos interesa enseñarles a hacer arquitectura a nuestros alumnos, sino también enseñarles a trabajar con las personas que los necesitan. O sea, desde el día uno ellos saben que esto es parte de su currículum universitario”, aseguró la decana de la Facultad de Arquitectura y Construcción de la casa de estudios, Paz Serra.