Abordar las problemáticas psicosociales desde una perspectiva más moderna para mejorar las respuestas, integrando los paradigmas clínico y comunitario en el quehacer del psicólogo, fue el objetivo de una jornada de trabajo que se realizó en la Universidad Autónoma de Chile en Talca, organizada por la carrera de Psicología.

Con la participación de docentes y alumnos de la Autónoma y de otros centros de estudios, además de psicólogos de instituciones públicas y privadas, se revisaron experiencias que se han desarrollado en la región en el ámbito de la integración clínico-comunitaria.

jornada psicología 2La directora de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Magíster Paulina Gaspar, explicó que problemáticas como la violencia en sus distintas formas, dificultades en el colegio o el deterioro de la salud mental, ya no se pueden resolver desde la psicología clínica, y que conceptos como apoyo social, grupos de autoayuda o empoderamiento adquieren cada vez mayor relevancia.

“Cuando nos planteamos la posibilidad de integrar estos dos grandes paradigmas, pensamos en tener una visión más moderna, más actualizada de las problemáticas psicosociales, y darles una mejor respuesta. Esto es lo mismo que se desarrolla, por ejemplo, en nuestra clínica de atención psicológica. Es el mismo modelo”, explicó la académica.

Una de las expositoras en esta jornada, la presidenta de la Asociación Nacional de Psicólogos Comunitarios, Alba Zambrano, dijo que el tema de la integración de estas dos líneas es muy relevante, sobre todo cuando vemos que las personas tienen dificultades en el plano de la salud mental y la adaptación social en general, definiendo como un desafío importante cómo se construye un contexto que sea favorable a la vida de estas personas.

jornada psicología 3“Lo que podemos apreciar es que hay una respuesta desde la política pública que suele ser bastante parcial, que tiende a centrarse en ciertos sujetos y que en ocasiones más que ayudar a resolver los problemas, tiende a incrementarlos, y eso se debe fundamentalmente a que una misma familia, un mismo joven, es atendido por muchas instituciones pero las condiciones objetivas de su contexto no cambian. Entonces hay desafíos en varios planos. Por un lado, cómo las instituciones aprendemos a trabajar de modo mucho más coordinado, de manera que un niño, por ejemplo, que ha sido abusado sexualmente, no tenga que repetir su historia una y otra vez o un niño que presenta problemas de conducta no termine consumiendo droga y luego infringiendo la ley porque las oportunidades de aceptación no las ha tenido”, indicó la profesional.

Asimismo, en el marco de esta jornada, se realizó el lanzamiento de un libro que es producto de la primera jornada de esta temática que se realizó el año pasado. “La relevancia de esto es que existe muy poco trabajo de sistematización a nivel del país en relación con este tipo de intervenciones. Si bien se realizan muchas y de muy buena calidad, falta sistematizarlas. Entonces este es el gran aporte que hace la carrera y la universidad al poder realizar el lanzamiento de este material”, subrayó Paulina Gaspar, responsable de la publicación junto a Cristina Valenzuela.

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