Quince alumnos de distintas carreras de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco concluyeron exitosamente las exigencias del Minor de Emprendimiento que ofreció la casa de estudios, como una forma de entregar a los jóvenes herramientas adicionales a las que reciben durante su formación profesional.
Se trata de un programa que desarrolla la Autónoma hace 8 años, que tiene una duración de 200 horas de formación en un área anexa al currículum de su carrera.
Marcela Chávez, directora académica de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, explicó que la idea es potenciar las competencias de egreso y laborales de los jóvenes, “que a nuestro juicio marcará la diferencia respecto del desempeño en el espacio laboral”, puntualizó.
“El minor está muy vinculado al modelo educativo de la universidad, que está centrado en el estudiante y fortalece los aprendizajes transversales, que tienen que ver con continuidad y aprendizaje a lo largo de la vida. En ese sentido, el programa minor lo que hace es fortalecer las competencias de aprendizaje del estudiante y habilitarlos en muchas más habilidades que permiten favorecer su desarrollo laboral y también profesional”, explicó la autoridad.
En este contexto, los alumnos fueron convocados, postularon y luego fueron seleccionados de acuerdo a su perfil.
“Los postulantes deben tener un buen rendimiento académico, especialmente durante el desarrollo de minor, ya que deben mantenerse y ser perseverantes. No hay que olvidar que es un poco más complejo para ellos coordinar lo que son sus requisitos académicos de la carrera con los del programa del minor”, explicó Chávez.
Cecilia Troncoso, alumna de la carrera de Técnico Universitario en Administración, fue de las que aprobó su minor y dijo estar muy feliz con este logro.
“Me interesó en el Minor de Emprendimiento, porque yo tengo uno que estoy realizando a nivel universidad y me interesa el tema para aprender, conocer y poder transmitir la información que adquiero”, puntualizó, junto con decir que este programa cumplió con todas sus expectativas.
También satisfecho estaba Diego Maldonado, alumno de la carerra de Odontología. Para él, esta “fue una buena oportunidad para aprender algo ajeno a la carrera, que hoy es súper valioso. Después de todo uno no sabe qué otra cosa se puede encontrar. Es una buena herramienta. Creo que más allá de la vida profesional lo aprendido puede ser aplicado en la vida diaria, porque hay muchas técnicas y valores aprendidos en el minor”.