Francisca Vega, de Nutrición y Dietética, siempre ha estado involucrada en distintas iniciativas de acción social. Por eso mismo, no dudó en hacer un alto en sus actividades académicas y asistir -junto a otros cerca de 30 alumnos de la Universidad Autónoma de Chile- a la tercera versión de la Escuela de Formación de Voluntarios en Santiago.
La actividad, organizada por la Coordinación de RSU y Voluntariado de esta casa de estudios, abordó la realidad de América Latina a partir de diversos indicadores de desarrollo humano, con énfasis en la infancia, así como el modelo de superación de la pobreza implementado por Fundación América Solidaria.
“Siempre me ha llamado la atención ayudar a la comunidad”, dijo Francisca. “Pero no tanto en un contexto formal; más bien de manera anónima”. Talleres de teatro y cine para personas en rehabilitación de drogas, acompañamiento a menores en situación de vulnerabilidad y apoyo tras el terremoto del 27F, han sido parte de las actividades que ha desarrollado en forma permanente.
Por lo mismo, sintió que la Escuela de Formación de Voluntarios era una instancia natural para conocer otras experiencias y seguir profundizando en esa materia.
“Vengo trasladada de otra universidad y me di cuenta que en ésta se le da mucha importancia al tema, entonces quería informarme y participar ojalá en todo. Me dio mucho gusto ver cómo otros estudiantes se han integrado, y su interés en preocuparse de algo más que de sí mismos”.
Entre los temas abordados destacaron la pobreza y la desigualdad en América Latina, según indicadores de salud y educación, así como la participación social y la inversión pública. Luego, realizaron dinámicas de grupo para identificar las competencias disciplinares y habilidades blandas que considera el perfil del voluntario.
Tras su exposición, el director de Formación y Desarrollo de Equipos de América Solidaria, Rafael Moyano, destacó que la actividad permitió “generar un espacio de conocimiento, conciencia y debate acerca de la realidad de la región, y a partir de eso motivar a los alumnos a trabajar para mejorar las condiciones de quienes están en situación de vulnerabilidad”.
El que organizaciones como América Solidaria y Fundación Junto al Barrio -que también participó de la jornada- sean parte de iniciativas de este tipo, es a su juicio un aporte al conocimiento de la realidad, pues “ellas están en contacto directo con las comunidades y de algún modo constituyen espacios de participación importantes”.
En ese mismo sentido, la Coordinadora de RSU y Voluntariado de la Universidad Autónoma de Chile en Santiago, Alejandra Cofré, subrayó que “trabajar por la superación de pobreza no es solo voluntad sino también ciencia”, lo que implica una decidida profesionalización en el diseño y ejecución de la intervención.
“Esa es la invitación de la Escuela de Formación de Voluntarios: a poner sus futuras profesiones al servicio de la solidaridad”, en línea con la misión de esta institución de educación superior y el sello de responsabilidad social de quienes se forman en sus aulas y laboratorios.