Hace tres años, una nueva generación de estudiantes de Terapia Ocupacional de la Universidad Autónoma de Chile inició su formación universitaria. Tan rápido ha pasado el tiempo que, según ellos mismos, parece que hubiera sido ayer cuando entraron temerosos pero entusiasmados por primera vez a una sala de clases universitaria.
Hoy ya están comenzando una nueva etapa de su formación al volver a sus campos clínicos, pero esta vez vistiendo el uniforme que distingue a la profesión, hito que celebraron con una emotiva ceremonia de investidura acompañados de sus familiares y docentes.

Investidura T Ocupacional 4En su discurso frente a sus pares, familiares y autoridades universitarias, las estudiantes del campus Providencia Sophia Simoncelli y Belén Osorio, recordaron con nostalgia ese primer día, las primeras disertaciones orales y, por supuesto, las primeras solemnes.

“Gracias a cada uno de los profesores que han sido parte de nuestra formación. Gracias por darnos sus experiencias y guiarnos cuando es necesario. Cada corrección y cada clase nos ha servido para que aprendamos y nos enamoremos más de la carrera”.

Docentes que, desde ese primer día, creyeron en las capacidades de cada uno de ellos. Por eso, más el incondicional apoyo de sus familiares, “nos atrevemos a decir y a garantizar que de aquí saldrán los mejores profesionales”.

Cada vez que aprendían algo nuevo y descubrían lo que eran capaces de hacer, “llegábamos a casa con entusiasmo a contarle a nuestras familias y amigos”, aseguraron frente a sus pares y docentes los estudiantes Favianna Báez y Camilo Sagredo, del campus El Llano Subercaseaux.

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Eran momentos en que siendo alumnos de primer año veían con curiosidad y expectativa a compañeros de cursos superiores que vestían “con mucho orgullo y humildad” el mismo uniforme que hoy ya tienen en sus manos.

Han sido tres años de intensa preparación. “Primero como observadores, para luego poco a poco ir avanzando en nuestros conocimientos e intervenciones en los usuarios, también sobre las diferentes patologías y de esta forma conocer de cerca el trabajo que realizan los terapeutas ocupacionales”.

Pero aún les queda tiempo para convertirse en profesionales. Hasta que llegue ese momento, los instaron a seguir esforzándose, sabiendo que de ellos dependerá contribuir a eliminar barreras, limitaciones y prejuicios; a construir un mundo mejor, más inclusivo y accesible.

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