El distanciamiento social como una de las principales medidas para evitar el contagio de COVID-19 ha implicado el cese de todas las actividades en las que participaba la población infanto-juvenil del país.
Bajo el eslogan “Quédate en casa”, con la premisa de estar más seguros, resulta impensable para muchos niños que han sido víctimas de situaciones abusivas al interior del hogar.

De hecho, las cifras de abuso sexual en la infancia son alarmantes. Según Unicef Chile, el 8,7% de los menores de edad han sido víctimas de abuso sexual y de estos casos, en el 88,5% el abusador es conocido de la familia o cercano a la víctima. Sin embargo, el dato más preocupante durante el período de confinamiento es que el 50,4% de las víctimas de abuso sexual en la infancia han sido abusados por algún miembro del grupo familiar.

Daniela Ramos 1 Psicología webAl respecto, la docente y Secretaria de Estudios de la carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Mg. Daniela Ramos, se refierió a estos preocupantes datos. “La violencia sexual se ha definido por diversos autores como un fenómeno que afecta principalmente a niños/as y adolescentes, estimándose una proporción de un hombre por cada tres mujeres; la mayor incidencia aparece entre los 4 y los 11 años de edad, etapa del desarrollo en el cual tiene mayor incidencia el abuso sexual, debido a que esta población se encuentra más vulnerable y más expuesta al peligro de ser víctimas de abusos”, afirmó Ramos.

Las anteriores crisis sanitarias que se han presentado en distintos países, han demostrado que los niños se encuentran más expuestos a sufrir violencia y abuso cuando se cierran los establecimientos educacionales y se restringe el contacto con el exterior. Por ejemplo, el cierre de las escuelas durante el brote de ébola en África Occidental durante 2014 y 2016, contribuyó al aumento del trabajo infantil, casos de abuso sexual y embarazos adolescentes. En Sierra Leona, los casos de embarazos adolescentes llegaron a 14.000, más del doble de casos que había antes del virus.

Por ello, en el contexto de realidad que enfrenta el mundo con el actual aislamiento social, las redes de apoyo online y fonodenuncias para hacer visible esta problemática, adquieren una relevancia mayor, junto con robustecer el soporte del grupo familiar ampliado para evitar este tipo de actos. “Es necesario fortalecer redes de apoyo que permitan reconocer indicadores de transgresión en la esfera de lo sexual con el propósito de realizar denuncias orientadas a resguardar a niños, niñas y adolescentes que estén atravesando por un situación abusiva”, finalizó Ramos.

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