Durante el último trimestre de 2019, Chile atravesó un período de estallido social que tuvo un impacto en su economía, situación a la que se suma hoy la propagación del COVID-19 en el país que registró sus primeros casos al iniciar el mes de marzo de este año.
Tras un innegable crecimiento productivo en la Región del Maule en 2018, que no se condijo con su realidad socioeconómica, y un ralentizado 2019, el año 2020, tal y como se desarrolla, podría mostrar severas dificultades.

Al respecto, el académico de la Universidad Autónoma de Chile en Talca e investigador del Centro de Estudios y Gestión Social (CEGES-Maule), Dr. Guillermo Riquelme, apunta que el escenario de cada sector productivo es particular pero igual de complejo.

EXPORTACIONES

En 2019 las exportaciones evidenciaron una variación negativa en torno al 6%. Dado que este sector involucra las actividades extractivas silvoagropecuaria e industrial, las cuales históricamente han representado el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, se hace evidente, según comenta Riquelme, que la caída de las exportaciones ha generado el mayor impacto negativo sobre el crecimiento maulino. “Más aún, cuando comparativamente con el año 2018 este sector fue el más pujante con un crecimiento del 25%”, anotó el investigador.

CONSTRUCCIÓN

Prof Guillermo RiquelmeHasta septiembre de 2019 el sector construcción mostró un “muy fuerte crecimiento”, convirtiéndose el Maule en una de las regiones líderes en este ámbito a escala nacional. Sin embargo, con el estallido social en octubre, los permisos de edificación en metros cuadrados cayeron bruscamente en 47,5%, incluso más que el promedio país, cuyo descenso fue de 42%.

Explica el investigador del CEGES-Maule que por su desempeño anterior, la construcción acumuló a diciembre de 2019 una variación positiva del 9,7%, lo que en el contexto actual es una cifra positiva en comparación con el promedio país que creció solo 1,2%.

Respecto a su ponderación, la construcción participa en torno al 10% del PIB regional, por lo que es uno de los sectores que ha compensado la gran caída del sector exportador silvoagropecuario e industrial.

COMERCIO Y SERVICIOS

Las actividades relacionadas con el comercio y los servicios han sido las más afectadas en el país y en el Maule. “Nuestra región ha venido teniendo una evolución de su matriz productiva en donde el comercio y los servicios han crecido significativamente y mucho más que los demás sectores económicos de la región”.

Supermercados regionales han informado respecto a sus ventas que si bien mostraron crecimiento hasta septiembre de 2019, su aumento fue bastante menor a lo observado el 2018 en igual período. Solo se acumulaba una variación positiva en torno al 2,8%, lo que ya daba indicios de una demanda interna contraída. Luego del estallido social, el comercio y los servicios se ven afectados fuertemente no sólo en sus ventas, sino también en sus activos, lo que ha mermado su actividad e hipotecado el potencial de desarrollo para el 2020.

Las ventas de supermercado caen bruscamente en noviembre y diciembre, lo que generó un decrecimiento del 2,1% para el 2019, situación muy negativa, no solo por la baja producción, sino más bien por la gran cantidad de empleos que se pierden y se perderán asociado a dichas actividades.

Riquelme subraya que la tasa de desempleo a nivel nacional podría situarse en cifras cercanas a los dos dígitos. Es éste, “dentro de todos los males, el socialmente más doloroso”. Estos dos sectores, en términos de participación en el PIB regional, en conjunto, sobrepasan el 50% y generan más del 60% del empleo.

Sin datos oficiales, el investigador comenta que es muy probable que en el 2019 el Maule haya tenido nulo crecimiento y quizás marginalmente negativo. Pero las proyecciones para el 2020, son mucha más negativas, en consideración a la crisis sanitaria que atraviesa Chile y el mundo.

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